domingo, 3 de noviembre de 2019

EN BUSCA DE PROUST


La tienda se llenó enseguida de una marabunta indisciplinada y chillona. La profesora era nueva en la escuela y revolucionó a aquellos chavales con métodos poco usuales. En cuestión de minutos me dejaron sin magdalenas porque, al parecer, las necesitaban para un trabajo escolar. No me atreví a preguntar qué harían con ellas. Luego me enteré de que pretendían experimentar cierta sensación relacionada con una novela de Proust. No supe de quién demonios hablaban.

Pero hoy ha venido un señor al geriátrico a visitar a su madre. Al verme solo en un rincón, me ha dado un trozo del bizcocho que traía consigo. Nada más probarlo, he sabido que fue él quien aquel día se marchó sin pagar.

4 comentarios:

  1. Supongo que te refieres a la novela "En busca del tiempo perdido", otro de esos libros olvidados. Como el anciano del asilo. Deberes: no olvides ver la película Pequeña Miss Sunshine.

    Un abrazo.

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  2. He visto la película pero no puedo con Proust (páginas enteras sin un solo punto y aparte) aunque tengo el libro en casa. Eso sí, la historia de la magdalena, asociando el sabor a la memoria, resulta evocadora. Un abrazo, José Antonio.

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  3. ¡Bravo por la profesora de métodos creativos de enseñanza!

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