tag:blogger.com,1999:blog-74324380300886901492024-03-15T23:38:18.949-07:00Humor míoMicrorrelatos de Pedro HerreroPedro Herrerohttp://www.blogger.com/profile/02602850899412819011noreply@blogger.comBlogger79125tag:blogger.com,1999:blog-7432438030088690149.post-30069945643860525552023-12-24T02:01:00.000-08:002023-12-24T02:03:13.130-08:00MEDALLAS<p><span style="text-align: justify;"><span style="font-family: times;">Cuando se firmó la paz entre los dos países largamente
enfrentados en una guerra cruenta y devastadora, sus habitantes conocieron una etapa
de crecimiento que los llenó de esperanza. Todo volvió a ser normal, los
ejércitos se recluyeron en sus cuarteles y se centraron en el mantenimiento de su
capacidad operativa. Pero, con el paso del tiempo, se puso en evidencia un detalle
singular: el número de medallas otorgadas a los soldados sufrió un descenso notable.
Ya no había motivos para condecorar a nadie por actos de valor. Nadie ponía en
peligro su vida por salvar la de los demás. Y en las recepciones castrenses, el
alarde de insignias que los veteranos lucían con orgullo contrastaba con el
pecho impoluto de los oficiales noveles. Así que se empezó a dar valor a otras
cuestiones que hicieran a la tropa merecedora del blasón correspondiente. Se
impusieron medallas a la neutralidad, a la contención, a la clemencia. Hubo
incluso un alférez que fue condecorado por declararse en huelga de hambre para mediar
en un problema vecinal. Por ello, cuando más adelante volvieron las hostilidades,
los militares, instruidos para el caso, trataron de resolver el conflicto de
forma civilizada.</span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: x-small;">Finalista mensual en el XIII concurso de la Microbiblioteca de Barberà del Vallès, noviembre 2023</span></p>Pedro Herrerohttp://www.blogger.com/profile/02602850899412819011noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7432438030088690149.post-1910532391238122992023-05-18T09:19:00.003-07:002023-05-18T09:19:32.200-07:00ARRANQUE<p> </p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: times;">Me habían hablado de la vida después de la muerte, ya
sabía yo algo de este tema. Que no morimos del todo, que el cuerpo se va pero
queda el recuerdo en los seres queridos, de manera que seguimos presentes en un
plano virtual. Incluso en la mente de alguien ajeno al que, por motivos inciertos,
se le ocurra evocarnos. Por eso, en principio, no me extrañé cuando, a poco de
abandonar el mundo de los vivos, abrí los ojos en la memoria de mi mujer,
cuando trataba de arrancar el coche en una gélida mañana de marzo. Con
franqueza, me habría gustado preguntarle qué tenía que ver mi recuerdo con un
problema de arranque, considerando que era siempre yo quien conducía. También aparecí
en el sueño erótico de un vendedor de seguros. Aquello aumentó mi perplejidad y
pensé que no tenía sentido. Pero el colmo fue comprobar que el enlace entre ambas
evocaciones era una habitación de hotel en la que, al parecer, el vendedor
aguardaba a una dama para una cita que no llegó a consumarse. En medio de la
turbación, entendí que mi recuerdo no siempre sería agradable. En fin, sólo
lamento no llegar a tiempo de decirle a mi esposa que –en el arranque– no hace
falta pisar el acelerador.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: x-small;">Finalista mensual en el XII Microconcurso de la biblioteca Esteve Paluzie - abril 2023</span></p>Pedro Herrerohttp://www.blogger.com/profile/02602850899412819011noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7432438030088690149.post-79078576040798245322023-05-14T09:10:00.001-07:002023-05-14T09:10:10.596-07:00<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRd_6x1G3bouFptO-oX6mR5SEdj7gLV6jofBsL-tD_Dn2Sxf2hpnqlDqm_eRNqkMK74FOseJGryd2KTyJ0mAIS4YqWP-RxkfOvGQXmHX231rjlVQUIZ_N_OERBDD7SDp2LeT6duiOLkJH9ztfQUJUOIig_brb60JXrrhyY8TofkYu6gXKIYGPlRI8Y/s1600/230531a.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1131" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRd_6x1G3bouFptO-oX6mR5SEdj7gLV6jofBsL-tD_Dn2Sxf2hpnqlDqm_eRNqkMK74FOseJGryd2KTyJ0mAIS4YqWP-RxkfOvGQXmHX231rjlVQUIZ_N_OERBDD7SDp2LeT6duiOLkJH9ztfQUJUOIig_brb60JXrrhyY8TofkYu6gXKIYGPlRI8Y/s320/230531a.jpg" width="226" /></a></div><br /> <p></p>Pedro Herrerohttp://www.blogger.com/profile/02602850899412819011noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7432438030088690149.post-33980428324281494732023-04-23T10:25:00.002-07:002023-04-23T10:25:13.846-07:00<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEid3eFYmXtCwfzzkofyuuQWs-8nvtu3sG8RKYEknvM_8fjM0DatOFXdNnTzIakZAcSUvyTEOTmw--Zc67n71V3jiZDuIAh8VLc_06UyPGWv1uFoP6TqaqwWQ83coZ-TGzx6MUZSiQRqctnNAmiAs5M4z5mpcBR75orJu3uVhS8u16FDrzqX2Nt_QEw9/s2048/230423.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1536" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEid3eFYmXtCwfzzkofyuuQWs-8nvtu3sG8RKYEknvM_8fjM0DatOFXdNnTzIakZAcSUvyTEOTmw--Zc67n71V3jiZDuIAh8VLc_06UyPGWv1uFoP6TqaqwWQ83coZ-TGzx6MUZSiQRqctnNAmiAs5M4z5mpcBR75orJu3uVhS8u16FDrzqX2Nt_QEw9/s320/230423.jpg" width="240" /></a></div><br /> Sólo por actualizar la imagen de 23 de abril de 2017, en la que firmé ejemplares de mi primer libro "Los días hábiles". Ahora, con mi segundo libro, "Caracteres con espacios", en el mismo lugar a la misma hora y con un clima muy parecido. Por destacar algo en el aspecto físico, cada vez sonrío mejor y, como dirñia el poeta: en posición marcial saludo a las modestas señales del futuro.<p></p>Pedro Herrerohttp://www.blogger.com/profile/02602850899412819011noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7432438030088690149.post-43875760256300864552023-03-18T09:39:00.004-07:002023-03-18T09:40:23.088-07:00<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidJwMs0WQXVE-CTxRBLCZklM2WH_TrFZiWK3a_lowqi8-wQ8eL_cl65tYBUx8yxJ6Z2pxBPZZj6yUSjfF8ZwjNVimSBd9hc1ofNI_yZdX8mjyYWzH3eIMIUdJ5MBmnvPi4GP_Nbsx2oKmGkkkjccTMbNhj9mtNclXcs5s1JMjpcAFfRHo3IBgqtmL4/s1519/230316a.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1167" data-original-width="1519" height="246" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEidJwMs0WQXVE-CTxRBLCZklM2WH_TrFZiWK3a_lowqi8-wQ8eL_cl65tYBUx8yxJ6Z2pxBPZZj6yUSjfF8ZwjNVimSBd9hc1ofNI_yZdX8mjyYWzH3eIMIUdJ5MBmnvPi4GP_Nbsx2oKmGkkkjccTMbNhj9mtNclXcs5s1JMjpcAFfRHo3IBgqtmL4/s320/230316a.jpg" width="320" /></a></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_Z5EA1tASorM21IRo-iUYxtpkrA1zyVzlnHydXSzu2pUQ7JdPz1o7kjLIQGBwMWxx2y3_mj7Gun3U0ozq_1m6KaFXPMBeVRdIHRm1nHs8i8dlFkACdurcxmagw2dpwtqNvvikuHMqxfUFPFkQ6OkuYI9iVghnyTYW1i3Vu8UKKbwvWBOTlt9R1tOa/s848/230316c.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="480" data-original-width="848" height="181" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg_Z5EA1tASorM21IRo-iUYxtpkrA1zyVzlnHydXSzu2pUQ7JdPz1o7kjLIQGBwMWxx2y3_mj7Gun3U0ozq_1m6KaFXPMBeVRdIHRm1nHs8i8dlFkACdurcxmagw2dpwtqNvvikuHMqxfUFPFkQ6OkuYI9iVghnyTYW1i3Vu8UKKbwvWBOTlt9R1tOa/s320/230316c.jpg" width="320" /></a></div><br /><span style="font-family: verdana;">16/03/2023. Profeta en mi tierra, durante la presentación de mi libro "Caracteres con espacios" en la biblioteca municipal Antoni Tort, de Castellar del Vallès. Bien arropado por amigos y conocidos, aunque hubo quien vino por ver a la presentadora (Antònia Pérez, directora de l'Escola d'Adults de Castellar) más que a mí. Bonita velada, de la que todos salimos satisfechos.</span><p></p>Pedro Herrerohttp://www.blogger.com/profile/02602850899412819011noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7432438030088690149.post-88910116488412159282023-02-28T11:05:00.001-08:002023-02-28T11:05:10.518-08:00CARACTERES CON ESPACIOS<p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1xd6Y2b2gULMRbBWUnxYyOLJzJ6nZkvjDS4P2Cp9TuklAkEem4wXyKrAWZdeQQPwPQFfyunToMk49rD7NaMZp6qpsAZDaVTF5upgYjMpNZKAQFIGUphNnK7RdqNmo612l6cZm8hexKRO8xILvTpoMnngKF_PtiA1no3KSylNNn4hSgz-toQMyz4gw/s2351/230221.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1800" data-original-width="2351" height="245" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1xd6Y2b2gULMRbBWUnxYyOLJzJ6nZkvjDS4P2Cp9TuklAkEem4wXyKrAWZdeQQPwPQFfyunToMk49rD7NaMZp6qpsAZDaVTF5upgYjMpNZKAQFIGUphNnK7RdqNmo612l6cZm8hexKRO8xILvTpoMnngKF_PtiA1no3KSylNNn4hSgz-toQMyz4gw/s320/230221.jpg" width="320" /></a></div><br /> Acabo de publicar mi segundo libro de microrrelatos. 100 historias de corte generalmente humorístico, con personajes que imponen su propio carácter o bien se dejan condicionar por el entorno o la circunstancia en que se desarrolla la acción. Tengo en marcha varias presentaciones, y el libro se halla disponible en FNAC, Amazon y la página web de la editorial ExLibric. Deseadme suerte.<p></p>Pedro Herrerohttp://www.blogger.com/profile/02602850899412819011noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-7432438030088690149.post-59719313791659486242021-08-10T08:35:00.002-07:002021-08-10T08:35:52.509-07:00EL PODER<p><span style="font-size: 12pt; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">Cuando falló el segundo
motor del avión de pasajeros y el aparato empezó a perder altura, el copiloto
pidió la inmediata dimisión del comandante de la aeronave, a quien hacía
responsable de la inevitable catástrofe. En su opinión, la prepotencia del
piloto fue lo que le impidió reaccionar tras el fallo del primer motor,
confiando en su habilidad para remontar la situación y demorando el protocolo
de emergencia previsto en esos casos.</span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: verdana;">Por su parte, con el
avión entrando en caída libre, el piloto hizo un llamamiento a la calma y
denunció ser objeto de una persecución injusta. También acusó a su subordinado
de no perseguir otro objetivo que hacerse con el poder a toda costa. Mientras
tanto, una parte del pasaje se había amotinado junto a la cabina de vuelo y
hubo que hacer uso de la fuerza para restablecer el orden. Los afectados
protestaron, al considerar que las medidas para desalojarlos habían sido
desproporcionadas.<o:p></o:p></span></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: verdana;">Como era de prever, con
el avión ya fuera de control, el cruce de acusaciones entre unos y otros,
mezcladas con gritos de pánico, ganó en intensidad conforme se hacía visible la
zona en la que –todos ellos– iban a estrellarse. No obstante, en un último
intento de mirar hacia el futuro, se apeló a la necesidad de unir esfuerzos a
fin llegar a un acuerdo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">in extremis</i>.
Pero, incapaces de alcanzarlo, todas las partes decidieron, finalmente, volver
a reunirse después del accidente.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: verdana;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: verdana; font-size: x-small;">En su versión catalana, ganador del II concurso "Castellar per les Llibertats" - julio 2021</span></span></p>
<p class="MsoNormal"><o:p><span style="font-size: x-small;"> </span></o:p></p>Pedro Herrerohttp://www.blogger.com/profile/02602850899412819011noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-7432438030088690149.post-58705099672118779432021-08-03T01:35:00.002-07:002021-08-03T01:35:27.375-07:00DIEZ MINUTOS MÁS DE GLORIA<p> </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhIulwd6XI0CTMnebMOmj1-NUqvDZkf_64IVKCg9ad36Wqc9GBaPP1IsVgl5HnuO65xJT1JdDtigWOn_Qcdh858Bx-lNHfOlTGgsuSR7wdSl4E2ye4GXT3TfnhLOZAOi99pGt8VvzLEXqs/s2048/210710.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="1152" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhIulwd6XI0CTMnebMOmj1-NUqvDZkf_64IVKCg9ad36Wqc9GBaPP1IsVgl5HnuO65xJT1JdDtigWOn_Qcdh858Bx-lNHfOlTGgsuSR7wdSl4E2ye4GXT3TfnhLOZAOi99pGt8VvzLEXqs/s320/210710.jpg" width="180" /></a></div><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Castellar del Vallès (Barcelona), julio de 2021.</b> El jurado del II
concurso de microrrelatos “Castellar per les Llibertats” otorga el primer
premio a mi relato “El poder”, escrito en lengua catalana. En una tarde calurosa
pero con rachas de viento, leo el texto frente a la sede del Ayuntamiento.
Estamos en plena pandemia pero la distancia con el auditorio me permite
prescindir de la mascarilla. También me saltaré la dieta vegetariana esta
noche, cuando vaya a celebrarlo como es debido.</span><o:p></o:p></p><br /><p></p>Pedro Herrerohttp://www.blogger.com/profile/02602850899412819011noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7432438030088690149.post-47114570040957546562020-07-04T06:23:00.003-07:002020-07-04T06:23:58.244-07:00LA LIBRERÍA<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Se
invitó a todo el mundo a la inauguración de la nueva librería. Si la respuesta
hubiera sido la esperada (proporcional al número de tarjetas enviadas) el aforo
del local habría resultado insuficiente. Se invitó incluso a las otras
librerías de la ciudad, que vieron en ese gesto un detalle de soberbia, una
provocación innecesaria. Estaban equivocadas: el nuevo establecimiento no era
un rival, no amenazaba para nada su cuota de mercado, no venía a competir sino
a complementar. Aun así, nadie acudió a la presentación. Ni las autoridades, ni
la prensa, ni el público en general. No obstante, el negocio se puso en marcha
y –como por ley natural– aparecieron los clientes. Al principio eran
estudiantes distraídos, transeúntes ociosos, alguna pareja de enamorados en una
tarde de lluvia. Poco a poco fue llegando más gente a contemplar los inmensos anaqueles
llenos de libros vacíos. Hasta que, un día, entraron los autores. Primero
–disimulando– a consultar obras ajenas; luego –ya sin pudor– a interesarse por
las propias. Tiempo después, cuando la tienda ya no llamaba la atención en el
barrio, se supo al fin que aquella singular librería de libros aún no escritos
había venido para quedarse.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: x-small;">Ganador mensual en el IX concurso de la Microbiblioteca (Mayo 2020)</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<br />Pedro Herrerohttp://www.blogger.com/profile/02602850899412819011noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7432438030088690149.post-21616438531557760372020-06-16T03:17:00.000-07:002020-06-16T03:17:01.858-07:00LA TRINCHERA<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En
una de aquellas frías noches de enero, a un soldado le dio por tocar el violín.
Algunos de sus camaradas ni siquiera sabían que supiera tocar, ni que llevara
consigo el instrumento, cuyas notas aliviaban el pesar de la contienda. A la
noche siguiente se le unió un clarinete, salido igualmente de nadie sabe dónde.
Y el dúo se acoplaba tan bien que pronto privó del sueño a la mayor parte de la
tropa (motivo por el cual, durante el día, se apreciaba un notable descenso en
la eficacia militar). Pero, al ponerse el sol, todos se alegraban de que los
músicos siguieran allí para amenizar la velada. Así que, cuando –más adelante– se
les sumó un acordeón, ya nadie se extrañó de que lo tocara el enemigo. Y claro,
como cada vez dormía menos gente en ambos bandos, la guerra de trincheras pasó
a ser un ejercicio de tiro al blanco sin premio para nadie. En cambio, el ocio
nocturno ganó en intensidad y en primavera dieron comienzo las sesiones de
baile. Al llegar el otoño, las lluvias aguaron la fiesta y en invierno
volvieron las noches estériles. En una de ellas, a alguien le dio por liarse a
tiros con los de enfrente, cuando algunos casi habíamos olvidado que sabía
disparar.<o:p></o:p></span></div>
<br />Pedro Herrerohttp://www.blogger.com/profile/02602850899412819011noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-7432438030088690149.post-35105299061835109972020-03-01T00:26:00.003-08:002020-03-01T00:26:40.342-08:00BEST SELLER<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Para cuando el editor prestó
atención al manuscrito del autor novel, el inspector que seguía la pista al
asesino se había jubilado y vivía en un hogar de ancianos. La amiga de la
víctima había dejado el piso que ambas compartían para casarse con su
entrenador personal. El principal sospechoso tenía trabajo estable y había
prosperado tanto como para dejar atrás la delincuencia. La joven incauta que
pasaba aquella noche frente a un edificio en construcción acabó cambiando la
ruta tras conocer a un compañero de clase que tenía coche.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El tardío interés del
editor por publicar aquella historia obligó a poner todo en su lugar. Hubo que destruir
y volver a construir el edificio en que se hallaba la escena del crimen. Las
dos chicas volvieron a vivir juntas tras arruinar sus respectivos matrimonios.
El sospechoso pasó de la abundancia a la inopia sin causa justificada. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El inspector abandonó el geriátrico; retomó el
caso.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Para entonces, el
aspirante a novelista había asumido su fracaso como escritor. El público se
había vuelto más exigente. El nivel del mar había subido a causa del cambio
climático.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Que todo volviera a ser
como antes supuso un esfuerzo editorial sin precedentes.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: x-small;">Finalista mensual en el IX concurso de la Microbiblioteca (Enero 2020)</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
Pedro Herrerohttp://www.blogger.com/profile/02602850899412819011noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-7432438030088690149.post-87149236114466528652020-02-02T00:25:00.000-08:002020-02-02T00:25:20.942-08:00EL ACTOR<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Visiblemente emocionado, se levantó de
su asiento y se dirigió al escenario para recibir el premio honorífico a su
carrera como actor. Con paso tambaleante, trató de disimular la turbación que
le provocaba verse rodeado de aplausos, consciente de que aquel sería el único
galardón que podría exhibir en el salón de su casa. En toda su dilatada
trayectoria jamás le habían nominado, ni como actor principal, ni como
secundario. Su nombre aparecía en varias películas memorables que le habían
hecho famoso, pero nunca llegó a su poder el ansiado reconocimiento que le
permitiera ocupar un lugar destacado en la historia del Séptimo Arte. En los
últimos peldaños para subir al proscenio sintió que le fallaban las fuerzas, y
ello no hizo sino aumentar la cerrada ovación del auditorio, puesto en pie para
rendirle homenaje. Pero él, convencido de que aquel premio era de consolación, sintió
tanta lástima de sí mismo que estuvo a punto de tirar la toalla y salir huyendo
de allí. Sólo en un arranque de prudencia (no en vano era un actor), supo
blandir el trofeo entre sus manos y –en la mejor interpretación de su carrera– mirando
al público con lágrimas en los ojos, dijo: “Os amo.”<o:p></o:p></span></span></div>
<br />Pedro Herrerohttp://www.blogger.com/profile/02602850899412819011noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-7432438030088690149.post-85789316992362665102020-01-02T06:18:00.000-08:002020-01-02T06:20:06.570-08:00SUPERMAN AL RESCATE<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: medium;">La he visto venir de
lejos, caminando hacia mí por la acera de enfrente. Confieso que el fulgor que
desprende su presencia me ha hecho fijarme en ella. Destaca entre la multitud
por su belleza ingrávida y por esa cadencia indolente de sus pasos, propia de
quien convierte el tránsito por un escenario urbano en un poema en movimiento.
Pero mi fino instinto es capaz de detectar el peligro que se cierne bajo la
apariencia de una situación controlada. Cuando la chica ha llegado a la
esquina, dispuesta a cruzar la calle sin atender al semáforo en rojo, no he
necesitado buscar un portal donde mudar al instante mi condición de superhéroe.
Con un ágil quiebro de cintura (suficiente para esquivar al gentío) me he
plantado al otro extremo del paso de peatones y, estirando el brazo con la mano
abierta para llamar su atención, he gritado: –¡Deja el móvil, insensata! ¿Es
que quieres que te maten?<o:p></o:p></span></span></div>
<br />Pedro Herrerohttp://www.blogger.com/profile/02602850899412819011noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-7432438030088690149.post-45596291639524021142019-12-02T07:45:00.000-08:002019-12-02T07:45:42.126-08:00LA BOMBA<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;">El hallazgo de una bomba de la
guerra civil, enterrada en una plaza del barrio, sacude de golpe el festivo sopor
de una tarde de sábado. La pregunta unánime sale de las casas con lo puesto:
¿Cuántos años han vivido con aquella amenaza bajo sus pies?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;">Detrás del cordón policial de
rigor y al margen de la labor de los artificieros, los vecinos empiezan a opinar.
Unos: “Hay que hacerla explotar de inmediato para que su recuerdo se desvanezca
con la misma rapidez”. Otros: “Mejor desarmarla y convertirla en monumento, como
testimonio de la muerte que pasa de largo”. Más de un comerciante de la zona
está de acuerdo con esto último: “La bomba es patrimonio del barrio y puede
atraer al turismo”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;">Pero pronto la disputa da paso al
enfrentamiento. Porque debajo de un debate tan estéril subyacen rencillas nunca
olvidadas, roces absurdos, problemas de convivencia semiocultos con el paso del
tiempo, que la excusa de la bomba desentierra también.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;">Por ello, cuando al final vuela
en pedazos, unos lo celebran como si hubieran sobrevivido a una catástrofe. Otros,
en cambio, conscientes de que la explosión echa por tierra sus castillos en la
arena, vuelven a sus casas sin ocultar su desconsuelo.<o:p></o:p></span></div>
<br />Pedro Herrerohttp://www.blogger.com/profile/02602850899412819011noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-7432438030088690149.post-18362148024702155002019-11-03T07:50:00.002-08:002019-11-03T07:50:47.155-08:00EN BUSCA DE PROUST<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;">La tienda se llenó enseguida de
una marabunta indisciplinada y chillona. La profesora era nueva en la escuela y
revolucionó a aquellos chavales con métodos poco usuales. En cuestión de
minutos me dejaron sin magdalenas porque, al parecer, las necesitaban para un
trabajo escolar. No me atreví a preguntar qué harían con ellas. Luego me enteré
de que pretendían experimentar cierta sensación relacionada con una novela de
Proust. No supe de quién demonios hablaban.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;">Pero hoy ha venido un señor al
geriátrico a visitar a su madre. Al verme solo en un rincón, me ha dado un
trozo del bizcocho que traía consigo. Nada más probarlo, he sabido que fue él
quien aquel día se marchó sin pagar.<o:p></o:p></span></div>
<br />Pedro Herrerohttp://www.blogger.com/profile/02602850899412819011noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-7432438030088690149.post-20148117234843759732019-10-05T08:42:00.002-07:002019-10-05T08:45:39.385-07:00DISPUTA<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;">–No podemos dejarlo así, –dijeron a un tiempo dos de los tres cazadores que habían disparado sobre la misma pieza, seguros de haber dado en el blanco. El tercer cazador los escuchaba en silencio. La disputa carecía de importancia después de que los perros hubieran descuartizado el faisán al reivindicarlo para sus amos respectivos. A falta de un trofeo, sólo querían zanjar la cuestión averiguando quién de los tres era el más rápido. Para ello lanzaron aquella moneda al aire y empuñaron prestos sus armas. Los dos primeros disparos sonaron como uno solo. Los otros dos se oyeron después.</span>Pedro Herrerohttp://www.blogger.com/profile/02602850899412819011noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-7432438030088690149.post-37278556459378167472019-09-01T03:42:00.000-07:002019-09-01T07:27:18.882-07:00LA AVERÍA<br />
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">A Juan José Ignacio Colodro<span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></span></span></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: large;">El convoy del metro se paró de
pronto entre dos estaciones. El vagón experimentó una fuerte sacudida y varios
pasajeros cayeron al suelo entre gritos y empujones, que dieron paso al pánico generalizado. Por
megafonía se informó que se trataba de una avería puntual, que sería reparada
de inmediato. Ello pareció devolver la calma al pasaje y, quizás, para
acabar de serenar el ambiente, una mujer empezó
a cantar “O mio babbino caro”, de Puccini, una aria de ópera no del todo desconocida
para la mayoría de los presentes. Su voz llegaba a todos los rincones del
vagón, poniendo a prueba la estanqueidad de aquel receptáculo. Y aunque nadie
entendía un carajo de lo que decía (cantaba en italiano) todos estaban pendientes
de aquellos trinos tan bien entonados, que acariciaban el oído con una familiaridad
incontestable. Pero también provocaban una secreta, casi perversa sensación de
envidia; por cuanto nadie allí era capaz de cantar algo así con un mínimo de
decoro. Por ello, cuando finalmente el convoy reanudó su marcha, los suspiros
de alivio restaron intensidad a los merecidos aplausos que, en señal de agradecimiento, recibió la
improvisada cantante.<o:p></o:p></span></div>
<br />Pedro Herrerohttp://www.blogger.com/profile/02602850899412819011noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7432438030088690149.post-89515900355533499162019-07-05T02:37:00.000-07:002019-07-05T02:37:19.919-07:00APOCALIPSIS<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;">El informativo del mediodía arrancó con la noticia del fin del mundo. Tras
la sintonía de cabecera y los créditos de rigor, la presentadora anunció que la
apertura del último de los siete sellos del Libro, a cargo del cordero elegido
para dicha misión, había provocado en el cielo un silencio como de media hora, durante
el cual fueron entregadas a los siete ángeles sus correspondientes trompetas,
que auguraban el desastre total. En un despliegue de medios a la altura de las
circunstancias, que incluyó conexiones en directo con diversos puntos del
planeta, el fatídico suceso fue objeto de un seguimiento descomunal, sin
precedentes, que batió todos los récords de audiencia registrados hasta
entonces, y en el que no faltaron los llamamientos a la calma por parte de las
autoridades, ni las valoraciones de renombrados especialistas en el tema. Hubo
incluso ocasión de pulsar la opinión de los ciudadanos, merced a improvisadas
entrevistas con gente de la calle. Tan amplia fue la cobertura dispensada a la
catástrofe, que el informativo del mediodía –el último, a todos los efectos–
tuvo un marcado carácter monográfico.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />Pedro Herrerohttp://www.blogger.com/profile/02602850899412819011noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7432438030088690149.post-37099447412773851362019-06-09T09:49:00.000-07:002019-06-09T09:49:18.281-07:00LA LUNA<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;">La veía al otro lado de la
cristalera del bar, situado frente a la parada del bus que yo cogía cada mañana.
Ella se movía de un lado a otro detrás de la barra, sirviendo café y bocadillos
a una muchedumbre que a esa hora llenaba el local. No me costaba nada entrar y
pedir cualquier cosa para entablar contacto, pero preferí hacerlo a través de
la luna que nos separaba. Escribí aloh con mi barra de labios color fresa, procurando
que no se diera cuenta. Supuse que lo leería antes de salir a limpiar aquel escaparate
en el que aparecían, pintadas sin demasiado esmero, las especialidades de la
casa. Al día siguiente, ella debió escribir sóida desde dentro, con un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">lipstick</i> morado mate. Yo reaccioné dibujando
apaug. Me respondió edrob. Eso me dio esperanzas, y a partir de entonces la
luna transparente fue testigo mudo de aquel singular duelo de pintalabios. Yo
le decía roma y ella oesed. Después le hice saber que me llamo ANELE. Ella se
presentó como ENERI. De ahí pasamos a palabras lascivas, de trazo cada vez más
pequeño y tembloroso, que ocultábamos en los extremos del enorme ventanal. —Soy
yo —le dije el día en que, por fin, quise entrar a conocerla—. ¿Éfac? —me
contestó.<o:p></o:p></span></div>
<br />Pedro Herrerohttp://www.blogger.com/profile/02602850899412819011noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-7432438030088690149.post-90647827015046519572019-05-01T02:39:00.003-07:002020-11-12T10:25:54.553-08:00CURIOSIDAD<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span face="Verdana, sans-serif"><span>Yo los conozco de toda la vida,
son amigos míos. De pequeños, íbamos los tres a la misma escuela y jugábamos
juntos. Ellos dos se gustaron muy pronto y ya eran novios en la universidad.
Cuando yo conseguí este empleo en la joyería, él empezó a pasar por aquí para
comprarle cosas a ella, de poco valor al principio pero cada vez más caras con
el paso del tiempo. Como es natural, por la etiqueta del envoltorio, la chica sabía
siempre que era aquí donde su amor compraba los regalos. Y como había suficiente
confianza, no tardó en hacerme cómplice de su curiosidad. Días antes de una
fecha señalada, venía y me pedía que le enseñara qué joya había reservado su
marido. Luego me guiñaba un ojo y me rogaba que le guardara el secreto. La
víspera de sus bodas de plata le mostré un collar de oro y brillantes, que el hombre
había pagado con antelación a un precio desorbitado. Por poco se desmaya del
susto en mi presencia. Pero parece que se desmayó de verdad el día en cuestión,
cuando descubrió que aquel no era su regalo.</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span face="Verdana, sans-serif"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span face="Verdana, sans-serif">En su versión catalana, tercer
premio en el “VI Premi de literatura breu L’ACTUAL”, de Castellar del Vallès.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />Pedro Herrerohttp://www.blogger.com/profile/02602850899412819011noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7432438030088690149.post-71246379490625556722019-04-11T06:36:00.001-07:002019-04-21T00:14:05.620-07:00AROMA<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: large;">TANT SI DUEN A ROMA COM SI NO,</span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: large;">TOTS ELS CAMINS DUEN AROMA.</span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: large;"><br /></span>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">"Tanto si llevan a Roma como si no, todos los caminos llevan aroma". Texto seleccionado en el certamen "Castellar, vila de versos" de Castellar del Vallès - primavera 2019. Será pintado sobre el asfalto en un paso de peatones del casco urbano.</span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjcvoa_gSzXGDtcYdZnKbXk1dRZ7_wIeX0jRo1GMnQ5XRDTdmI61QJqXNlHAwQCZTtr4ueS0ttqzPVnwYDm4_o88KGVrruTCgHv1OR7U6_Wmau1BSn_pJuXMv8kQ_3tR0JOFYMZThSjIDM/s1600/190420.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="1600" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjcvoa_gSzXGDtcYdZnKbXk1dRZ7_wIeX0jRo1GMnQ5XRDTdmI61QJqXNlHAwQCZTtr4ueS0ttqzPVnwYDm4_o88KGVrruTCgHv1OR7U6_Wmau1BSn_pJuXMv8kQ_3tR0JOFYMZThSjIDM/s320/190420.jpg" width="320" /></a></span></div>
Pedro Herrerohttp://www.blogger.com/profile/02602850899412819011noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-7432438030088690149.post-2540963439268596832019-03-03T11:15:00.004-08:002019-03-03T11:15:50.412-08:00EL MÓVIL<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;">En el intermedio del concierto dejé
olvidado el móvil en el servicio de caballeros. Me di cuenta al volver a mi
butaca junto a mi mujer, pero cuando corrí al servicio a buscarlo había
desaparecido. No recuerdo una sensación de pánico tan intensa desde que
suspendí por cuarta vez el examen para el permiso de conducir. Mi esposa notó
al instante que estaba níveo como un cadáver, y al decirle el motivo me echó en
cara que, por culpa de mi descuido, perderíamos la llamada que esperábamos del
hospital sobre la intervención de mi suegra, sentada a su lado. Enseguida las
oí a las dos cuchichear sobre mi torpeza, y poco después fue mi suegro quien se
lamentó del vandalismo que impera en nuestra sociedad, en la que se van
perdiendo, uno tras otro, todos los valores cívicos. Los últimos en reírse de
mi desgracia fueron mis hijos, frente a quienes debí aparecer como un padre sin
pene o cosa por el estilo. Al acabar el concierto se me ocurrió pasar por la
taquilla del auditorio, por si alguien había encontrado el maldito teléfono. Cuando
me lo devolvieron salí a la calle y, mientras recuperaba mi agenda y mis
contactos habituales, me sentí el hombre más solo del mundo.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />Pedro Herrerohttp://www.blogger.com/profile/02602850899412819011noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7432438030088690149.post-64203970186336129512019-02-05T05:29:00.002-08:002019-02-07T07:50:23.222-08:00MI PRIMERA VEZ<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: medium;">A mí no me diseñaron
para soportar aguaceros, pero los soportaba con resignación si el premio era
yacer después en el paragüero del Café Central. Allí le conocí: era robusto,
con el eje y el mango de madera, y una envergadura tan exuberante que, a su
lado, un pobre paraguas plegable como yo parecía aún más enclenque y desangelado. En varias
ocasiones enjuagué mi caladura al contacto con su tela impermeable. Hasta que
un día su propietario, quizás sin darse cuenta, lo hundió de golpe en mis entrañas.
Aquello me rompió por dentro y mi dueña se deshizo de mí. Pero al menos conocí el amor.<o:p></o:p></span></span></div>
<br />Pedro Herrerohttp://www.blogger.com/profile/02602850899412819011noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-7432438030088690149.post-53484355258672943882019-01-01T10:11:00.003-08:002019-01-01T10:11:56.081-08:00EL LEGADO<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;">Cuando murió el párroco de la pequeña
comunidad rural (un hombre esquivo y taciturno a pesar de su misión), sus
escasas pertenencias se repartieron siguiendo un criterio marcado por el sentido
común. De sus objetos personales se hizo cargo el ama de llaves, mientras que su
pequeña -aunque selecta- librería quedó depositada en la biblioteca municipal.
La formaban sobre todo libros que habría recibido en señal de agradecimiento por
su labor pastoral, conservados seguramente por razones afectivas y de cortesía.
Muchos de ellos con su respectiva dedicatoria, circunstancia <span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">esta que
dejó a la vista de todos el curioso círculo de tales amistades. Llamaban la
atención las novelas románticas, abundantes en la colección, porque mostraban en
su primera página mensajes explícitos de trazo femenino, que delataban cierta
relación de complicidad con el texto en cuestión, y con ello abrían la puerta a
todo tipo de especulaciones. Así fue como los vecinos de aquella pequeña
comunidad rural, tanto los creyentes como los que nunca iban a misa, desarrollaron
por igual un fecundo, insobornable interés por la lectura.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Finalista mensual en el VIII concurso
de microrrelatos de la Microbiblioteca de Barberà del Vallès – noviembre de
1018<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<br />Pedro Herrerohttp://www.blogger.com/profile/02602850899412819011noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-7432438030088690149.post-24279959777763099682018-12-01T01:51:00.000-08:002018-12-01T01:51:22.427-08:00LA ANTIGÜEDAD<br />
<div align="right" class="MsoNormal" style="text-align: right;">
<span style="font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En homenaje a David Lynch<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: large;">En el escaparate de la tienda de antigüedades había un solo mueble: una cómoda
de estilo victoriano, seguramente de mediados del siglo XIX, en madera de caoba
con incrustaciones en hueso. Pensé que quedaría bien en el dormitorio, al que daría
un toque clásico elegante en contraste con la informalidad del entorno. Cuando
entré a preguntar su precio, un anciano me explicó que era una pieza exclusiva,
propiedad de un rico barón inglés, que tuvo que subastar sus bienes para pagar
a un buen abogado que lo defendiera en un juicio por asesinato. También averigüé
en qué cajón guardaba el arma del crimen y que la víctima fue la esposa infiel del
barón, quien al final fue declarado culpable y condenado a morir en la horca.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="mso-ansi-language: ES;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: large;">Satisfecho con la explicación, me hice con aquella costosa y exótica reliquia,
convencido de que también le gustaría a mi mujer. Pero hoy, al pasar de nuevo
frente a la tienda, he visto el escaparate ocupado por un mueble de idénticas
características. Con evidente disgusto, he entrado a preguntar su precio. Me ha
atendido una chica joven, de incontestable belleza, de la que me he enamorado
al instante.</span><o:p></o:p></span></span></div>
<br />Pedro Herrerohttp://www.blogger.com/profile/02602850899412819011noreply@blogger.com2