El mago me ha invitado a que coja
una carta de la baraja y la guarde en el bolsillo sin enseñársela a nadie.
Luego ha colocado el mazo ante sus ojos, ha fingido atravesarlo con la mirada
y, tras pronunciar en voz alta el nombre de la carta ausente, me ha pedido que
la recupere y la muestre al público.
Yo vengo a menudo a este local
nocturno. Y no precisamente a dejarme engatusar por las argucias de un intruso
con chistera, sino a ser yo el que seduzca a toda hembra apetecible que se me
ponga por delante.
Sabía que era solo cuestión de
tiempo, que algún día el mago querría hacerme el numerito. Suele rondar por las
mesas de la sala y elige grupos concurridos, ante los cuales pueda dejar en
evidencia a quien lleve la voz cantante.
Esta noche tengo suerte, soy el
centro de atención de varias ninfas predispuestas, con las que llevo un buen
rato tomando copas como si fuera un pachá. Por eso respondo a la propuesta del
mago con una sonrisa díscola, que él, de momento, parece no querer entender. La
entenderá enseguida, cuando de mi bolsillo -previamente lleno de cartas- saque
aquella que él no espera.
La versión catalana de este texto ganó un accésit en el I
concurs de microrelats l’ACTUAL, de Castellar del Vallès – Abril de 2014
Bien Pedro, ya me gustó este Microrrelato cuando lo escuché y me gusta aún más ahora que lo leo.
ResponderEliminarEnhorabuena!
ResponderEliminarEnhorabuena, Pedro, por el reconocimiento. Personalmente me quedo un poco deshuesado con tu relato, no le veo la chica. No sé, veo que estaba preparado para que no le dejara en evidencia y darle al mago en los morros. Insinúas que el mago con sus argucias estaba engatusando siempre a las hembras y el tipo ha preparado las contramedidas. Jope, haciéndote el comentario empiezo a ver ese "humor tuyo". Un abrazo.
ResponderEliminarMuy bueno, coño.
ResponderEliminarUn saludo
Ángel.
Enhorabuena Pedro.
ResponderEliminarUn saludo indio
Mitakuye oyasin
Le está bien merecido, a ese mago de estar por casa, el enorme bochorno. Ignora, el muy ignorante, que son las chisteras las que salen de los conejos; también desconoce que en los tiempos que corren desaparecer es un truco de lo más vulgar y por si eso fuera poco, no es capaz de deducir que es eso que abulta en su bolsillo.
ResponderEliminarLo dicho, una pena de mago y un pedazo de micro.
Pd. Leerle, lo que se dice leerle, lo leo y con mucho gusto. Si comento poco es por que he contado setecientos cincuenta y tres frentes para un solo indio -yo-.
Un petó.